Funciona como un escáner oral que permite analizar patrones de dificultades respiratorias para clasificarlas según su gravedad. Una creación original de académicos de la Universidad de Chile (FCFM) y del Hospital Clínico: “Luego de escuchar el tono, tome aire profundo y cuente nuevamente, en voz alta, de 1 al 30 lo más rápido que pueda sin respirar entre medio”, es uno de los mensajes que entrega el prototipo para poder evaluar a las personas.

Además, el algoritmo de esta tecnología podrá evaluar el efecto de la contaminación ambiental en zonas de sacrificio como Puchuncaví, Quintero o Ventanas. Los médicos pueden entrevistar a los pacientes por teléfono y hacerle preguntas específicas, pero esto no se puede aplicar de modo masivo por la cantidad limitada de personal de la salud.

La aplicación estaría disponible para mayo del 2021.

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