Este miércoles el ex general director de Carabineros, Hermes Soto, quien dejo la Institución a fines de Agosto cuando CHV y CIPER publicaran los videos el momento en que Camilo fue asesinado en Temucuicui desmintiendo así una vez más a Carabineros y sus versiones de que no habian registros y que su muerte fue por un enfrentamiento armado, declaró ante el Tribunal Oral en lo Penal de Angol en el juicio por el caso Catrillanca, en su calidad de máxima autoridad jerárquica de los uniformados en el período en que los agentes del Estado, apostados en La Araucanía, dispararon y asesinaron al comunero mapuche.

Junto a la tesis de que tener certeza de que los  funcionarios policiales mintieron reiteradamente a Soto se habría comunicado con Andres Chadwick, Ex ministro del interior en ese minuto, el que le habría encargado al general franzani que recopilara más antecedentes según consignó La Tercera.

«En ese momento lo único que teníamos era información telefónica que le había entregado (a Franzani) el general Mauro Victtoriano (entonces a cargo de la jefatura de Carabineros de La Araucanía)», contó el ex general, agregando que Chadwick le pidió que recabara más información.

Posteriormente en el relato del día siguiente, cuando acudió a Pailahueque para entrevistarse con los carabineros que realizaron el operativo, Soto afirma que le comentaron que no llevaban sus cámaras en el momento del asesinato
«Ahí les pregunté a todos reiteradamente si habían llevado las cámaras que debían portar, ellos reiteradamente me dijeron que no. Uno me dijo que la había dejado en su domicilio, otro que se le había dejado en el cuartel (…) todo el tiempo me dijeron que no”, declaró el ex carabinero.

«Les pregunté a todos reiteradamente si habían llevado las cámaras que debían portar, ellos reiteradamente me dijeron que no. Uno me dijo que la había dejado en su domicilio, otro que se le había dejado en el cuartel (…) todo el tiempo me dijeron que no”, señaló ante el tribunal el ex general director de Carabineros.

Luego, en el relato del día siguiente, cuando acudió a Pailahueque para entrevistarse con los carabineros que realizaron el operativo, Soto afirma que le comentaron que no llevaban sus cámaras en el momento del asesinato.

«Ahí les pregunté a todos reiteradamente si habían llevado las cámaras que debían portar, ellos reiteradamente me dijeron que no. Uno me dijo que la había dejado en su domicilio, otro que se le había dejado en el cuartel (…) todo el tiempo me dijeron que no”, declaró el ex carabinero.

También responsabilizó a los policías por la información de que el hecho se había producido en medio de un enfrentamiento entre comuneros y los agentes del Estado, negando que pudieran recabar algún indicio de un combate: «Ellos dijeron que sentían disparos en el sector y que vieron a este vehículo que venía en el sentido contrario y ellos usaron armas de servicio (…) no pudimos encontrar ninguna información que diera cuenta de que hubo enfrentamiento, no hubo ninguna comunicación especial de que hubo un enfrentamiento», expresó Hermes Soto.

Los funcionarios en voluntad admitieron que destruyeron la tarjeta de memoria y que las personas fueron castigadas: «ocultaron información de vital importancia para el desarrollo del proceso. Se estimó que las faltas eran graves, los cuatro se mantuvieron en sus dichos y se dispuso que fueran eliminados, dados de baja de la institución».

 Los Carabineros del Comando Jungla ejecutores del asesinato de Camilo Catrillanca son:

Raúl Ávila Morales, Carlos Alarcón Molina, Braulio Valenzuela Aránguiz y Patricio Sepúlveda Muñoz.

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