Se acerca fin de año y con ello la llegada de miles de turistas a las playas de la quinta región, sin embargo, en este último tiempo se ha visto el ingreso de camionetas, jeeps, motos y otros vehículos motorizados a las dunas y humedal de Concón, lo cual representa un riesgo inminente a estas zonas de alto valor ambiental.

Recientemente la conocida modelo Maria Ignacia «Inna» Moll se vió en redes sociales junto a un jeep 4×4 Placa Patente PB HY 77 en compañía de otros jóvenes. Estas conductas provocan significativos impactos en los ecosistemas y en especies como las aves playeras. La destrucción de nidos o la muerte de polluelos son algunas de las devastadoras consecuencias que afectan a especies como el pilpilén, existiendo lugares donde ninguna de sus crías ha sobrevivido por factores como este.

El llamado es a denunciar estas acciones, y fomentar la educación y cuidado de la flora y fauna local.

En 1993 el campo dunar La Punta de Concón, fue declarado Santuario de la Naturaleza por constituir una unidad paisajística de gran valor escénico, turístico y científico.

Desde 1998 el ingreso de estos vehículos a lugares como playas, dunas, humedales, ríos y lagos está prohibido por ley a través de la Orden Ministerial N°2 del Ministerio de Defensa, salvo contadas excepciones que requieren de autorización previa. Pese a ello, la entrada de este tipo de medios de transporte sigue ocurriendo, en especial durante el verano.

El daño no es menor a estos lugares, de hecho, allí convergen seis ecosistemas distintos, entre los cuales se encuentra el campo dunar que provee de flora y fauna endémica, considerándose cierto ecosistema de flora como el límite sur del desierto florido. Además, se sitúa el humedal de Mantagua, el propio borde costero, matorral esclerófilo, bosque nativo y laguna litoral de agua salada (Albufera).

Estas zonas comprenden un importante refugio de plantas acuáticas tales como la totora Typha angustifolia, trome Scirpus californicus y el junquillo Juncus procerus y de una variada avifauna compuesta por sietecolores, becacina, queltehues, huairavillo, pilpilén, taguas, patos, garzas, triles, chorlos, rayadores, gaviotas y otras especies migratorias estacionales.

La actividad humana es la principal causa de pérdida y deterioro de estos ecosistemas (fuentes de presión), ya sea por la perturbación y contaminación intensiva en la época estival, la caza y pesca ilegal no sustentable, el desarrollo industrial y proyectos inmobiliarios, la alteración del hábitat por animales domésticos y actividades deportivas/recreativas no controladas como el sobrevuelo de parapente, aeronaves y el uso de vehículos motorizados.

Si eres testigo del ingreso de un vehículo a playas, dunas o ecosistemas similares, denuncia y entrega la patente del vehículo infractor al número 137, contacta a la Capitanía de Puerto más cercana, o envía la información a través de redes sociales.

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