No mas construcciones. El santuario natural se debe proteger. Movimientos  ecologistas y civiles pusieron un recurso de protección para impedirlo y la Corte Suprema tomó una decisión unánime a favor de la naturaleza.

 

Se paraliza inmobiliaria tras acoger el recurso de protección interpuesto por el Movimiento Duna Viva y la Corporación Pro Defensa del Patrimonio Histórico y Cultural de Viña del Mar. De esta forma, se paralizan las obras del edificio «Makroceano» que tenían lugar en el santuario natural.

Así, se ratificó el fallo de la Corte de Apelaciones de Valparaíso en el máximo tribunal. Esto porque el proyecto inmobiliario se ubicaba sobre las dunas e implicaba una ilegalidad su construcción pues no contaba con un Estudio de Impacto Ambiental (IEA).

Otro punto clave del fallo es que se estableció la protección de 200 metros al rededor del campo dunar. «La Corte Suprema deja muy claro que no basta con garantizar la conservación de la naturaleza, lo que pasa dentro de eso, sino también su proximidad», dijo al respecto Hernán Madariaga, vocero de Duna Viva.

 

A inicios del siglo pasado, las dunas de Concón eran un extenso territorio que cubría gran parte de la comuna. Pasaron los años y en agosto de 1993 son declaradas como santuario de la naturaleza por ser el hábitat de más de 300 especies de flora y fauna nativa.

Sin embargo, aquello no ha impedido la llegada de los proyectos inmobiliarios, que poco a poco se han instalado en las dunas y en sus alrededores a pesar del descontento de los vecinos. Por ejemplo, en 2011, los residentes intentaron sacar el cierre perimetral que una inmobiliaria instaló en la zona, todo bajo el permiso de la entonces ministra del Medio Ambiente, María Ignacia Benítez.

Si bien la exsecretaria de Estado aseguraba en aquel año que el plan regulador de la comuna permitía la construcción de edificios, este no incluía un estudio de impactos ambientales. Por lo mismo, en un corto periodo, las dunas se repletaron de torres.

En diciembre del año 2020, el abogado Gabriel Muñoz, quien representa al movimiento “Duna Viva” tuvo duros términos contra la Cámara Chilena de la Construcción, que pidió a la Corte Suprema intervenir como “tercero interesado” , tras la resolución de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, que estableció el 5 de noviembre de este año, paralizar las obras del megaproyecto Makroceano, emplazado a pocos metros de las dunas de Concón.

El profesional indicó que “la CChC, uno de los gremios más poderosos de nuestro país, con actitud cómplice, avala la actuación arbitraria e ilegal de Makro, permitiendo la destrucción del Santuario Natural de manera corporativa, mostrando sin asco el poderío económico y político que manejan y la simetría descomunal frente a agrupaciones que defendemos el medioambiente”.

Además agregó que “es por esto que seguimos realizando acciones como la querella criminal que interpusimos en contra del Director de Obras Municipales (DOM) de Concón, Julio Leigh, por diversas acciones y determinaciones que han permitido el indiscriminado deterioro del Campo Dunar de la Punta de Concón y sus alrededores”.

En todo caso, Muñoz, destacó que con esta acción ante el máximo tribunal del país, la Cámara “se saca la careta y confirma que las empresas siempre han actuado de manera corporativa en la destrucción del campo dunar”.

“Como Duna Viva continuaremos denunciando este tipo de actuaciones arbitrarias, ilegales y criminales. No permitiremos que maten el Santuario Dunar de Concón… la duna está viva y vamos a protegerla”, concluyó.

En enero del año 2019 la Municipalidad de Viña Del Mar entregó un permiso de edificación al proyecto inmobiliario Makroceano, de la Inmobiliaria Makro, una construcción de 9 pisos que “amenaza directamente al Campo Dunar de la Punta de Concón”, según indican los detractores de la iniciativa.

En la oportunidad la Fundación Yarur Bascuñán y la Corporación Pro Defensa del Patrimonio de Viña del Mar, cuestionaron el levantamiento del edificio, en uno de los Santuarios de la Naturaleza más importantes en la Región de Valparaíso. “Son solo 240 metros los que separan el campo cunar de este depredador proyecto que podría afectar irreparablemente el lugar”, plantearon.

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