De forma indiscriminada de Norte a Sur los cerros han sido usados para plantar cítricos y paltas. Las plantaciones se incrementaron en altura para evitar las heladas y economizar ya que se usan terrenos vendidos a bajo costo los que eran en un principio para construir viviendas.
La organización gremial de los agricultores, la Sociedad Nacional de Agricultura, SNA, presentó un recurso de protección contra el dictamen de Contraloría, pero fue rechazado por la Corte de Apelaciones el 12 de noviembre pasado.


Con esta medida se buscan preservar lo que queda de bosques nativos. Talar espinos, quillayes, boldos, peumos, litres y matorrales ya no será posible pro ley. En frentes climaticos estos arboles sirven como retenedores de la misma agua evitando aluviones, y ayudando al ecositema y polinización

 

El 2 de febrero de este año, se pronunció la Corte Suprema, en un fallo unánime de los cinco integrantes de la Tercera Sala, confirmando -en tres líneas- el fallo de la Corte de Apelaciones.


Quizás no será rentable para el empresariado, pero es coherente con el tiempo que estamos viviendo: Sequia y desertificación. Un negocio que se expandió incluso cuando la escasez de agua era evidente y se sabía que esos cultivos le arrancaban hasta la última gota que quedaba al suelo. Entre 2005 y 2006 el precio del litro de agua por segundo se vendía a 400 mil pesos (US$778); en 2010 costaba entre tres y cuatro millones de pesos (US$5.800 – US$7.735); hoy los precios van entre los siete millones (US$9.998) y los 12 millones de pesos (US$17.139). La disminución de las lluvias producto del cambio climático ha llevado a la zona a una situación de crisis hídrica permanente que, entre los años 2010 y 2015, mostró su peor cara con una sequía severa que llevó a la zona a ser declarada en situación de emergencia.

La fiebre del “oro verde” comenzó a finales de la década de 1990 cuando decenas de empresas, atraídas por su cálido clima, compraron cerros a precio de saldo en la zona central de Chile y talaron el bosque nativo para instalar plantaciones.

Con casi 40.000 hectáreas, el aguacate es el tercer cultivo del país y la región de Valparaíso, a la que pertenece Petorca, concentra más de la mitad de la producción nacional, según el último censo agrícola.

El “hass” es la variación estrella -Chile es uno de los principales productores del mundo- y casi el 70 % se destina a la exportación, principalmente a Europa.

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