UN ANDINO EN EL FESTIVAL DE MÚSICA PORTILLO
Marcelo toca violoncello desde los 13 años, sus comienzos fueron en Los Andes,
su ciudad natal, en un proyecto impulsado por Codelco, pensó que el violín sería
su instrumento hasta que escuchó el cello y fue, como dice él: “amor a primer
oído”.
¿Cómo fueron tus inicios en la música?
Comencé en un proyecto que era una orquesta que tenía un enfoque social y
entré con ganas de tocar violín, quería aprender un instrumento y cuando los
escuché no me gustó, pero escuché el cello y fue amor a primer oído y ahí me
puse a estudiar como hobbies y después me lo empecé a tomar más en serio.
Me empezó a gustar mucho el mundo de la música y empecé a meterme, a
investigar, a escuchar e incluso me salí del colegio en 3ero medio, terminé de
estudiar de noche, porque de día iba a clases a Santiago. El 2013 ingresé a la
Universidad de Chile a estudiar interpretación musical egresé 2020 en plena
pandemia y luego me metí a hacer el Master en la Universidad Católica.
¿Tu pasión por la música viene de tu familia?
En mi casa mi papá y mi hermano tocan guitarra, alguna vez intenté hacerlo, pero
no se me dio, no porque no pudiera, sino porque no me llamaba mucho la
atención, en cambio, con el cello fue natural.
Mi familia está bien ligada al arte, mi papá es fotógrafo, mi mamá es educadora de
párvulos, entonces estuvimos bien incentivados desde chicos.
Es tu primera vez en el festival, ¿cómo ha sido esta experiencia hasta ahora
y qué esperas que pase estos días que faltan?
Me ha gustado, está bien organizado y los profesores son de primer nivel.
En 2015 y 2019, tuve la oportunidad de irme a estudiar a Austria donde fui a varios
festivales y creo que el nivel de los profesores no tiene nada que envidiarle a los
de afuera.
Ha sido intenso y el trabajo orquestal va a ser súper interesante, porque es una
obra (La Canción de la Tierra de Gustav Malher) súper desafiante. Va a ser
interesante tocar con los profesores del American String Quartert
Me gustaría que se siga dando la buena onda y compañerismo que hay hasta
ahora.
Eres de Los Andes y vuelves ahora a la zona para ser parte del festival,
¿cómo te sientes representando a Los Andes?
Me genera nostalgia estar acá porque cuando chico venía de paseo a ver la
laguna, a la nieve y también, porque son los paisajes con los que crecí y creo que
representar a la zona.
Cuéntanos de tu experiencia y aprendizajes en el Festival Academia de
Música Internacional de Portillo
Lo que destaco por ejemplo es el hecho de trabajar con un cuarteto que tiene vida
de cuarteto no es lo mismo que trabajar música de cámara con un profesor que se
juntan de vez en cuando a hacer música de cámara, eso lo hace mucho más
intenso y también son más exigentes con lo que quieren lograr, entonces ha sido
de harto aprendizaje, no solo musical, sino también de cómo trabajar, de cómo
relacionarse.
¿Por qué recomendarías a otros músicos venir al festival y ser parte de
esto?
Lo primero es que el nivel de los profesores es excelente y además es gratis,
muchos festivales tienen el mismo nivel, pero hay que pagar costo de inscripción y
otras cosas, la beca no es total, en cambio, acá es todo gratis y no te hace
depender de lo económico para poder participar.
También hay actividades extra programáticas como los conversatorios que son
súper interesantes, además del entorno natural es inspirador.
Es motivante porque estás con gente que viene a aprender, que están en la
misma que uno y uno aprende acá musicalmente y de realidades distintas, es una
formación súper integral.
El Festival Academia Internacional de Música Portillo terminará su edición con dos
conciertos que se realizarán el 23 y 24 de enero en el Teatro Municipal de
Santiago.